Las máquinas quitanieves hacen lo que pueden, han trabajado durante toda la noche y, aun así, el despertar se cubre de nieve. Se desplomaban las mínimas con rachas de viento extremadamente frío con racha de hasta 130 km por hora. Los que no se lo esperaban querían enmarcar este momento: medio metro de nieve en menos de 24 horas. Después de quitar la nieve de encima, las autoridades recuerdan: mucho cuidado a la vuelta porque el panorama es complicado. La Guardia Civil ha realizado seis rescates. A unos montañeros les sorprendió la nevada, y también a esta pareja, que quedó atrapada en su coche cubierto casi por completo por la nieve. Con estas últimas nevadas se pone en marcha la primera estación de esquí en el Pirineo catalán, La Masella, que mañana martes abrirá sus puertas para no hacer esperar a los más fanáticos de la nieve.

-Redacción-