China no se amedrenta y devuelve el golpe: un 125% de aranceles a los productos estadounidenses. Es su última respuesta al 145% impuesto por Donald Trump porque, dice el presidente chino Xi Jinping, Pekín no tiene miedo, aunque en una guerra comercial, advierte, nadie gana. Incertidumbre en este duelo de titanes entre las dos mayores economías mundiales, aunque en una reunión con su gabinete, Trump rebajaba, sorprendentemente, el tono y aseguraba que le encantaría llegar a un acuerdo con China, recordando que Xi Jinping ha sido su amigo desde hace tiempo. Mientras, tras dar marcha atrás en sus aranceles recíprocos a otros países, mantiene la pausa de 90 días, pausa que el mandatario francés Macron califica de frágil, pero también una puerta abierta a la negociación. La Unión Europea está preparada para defenderse, proclama el comisario europeo de Economía, e insiste en que la UE adoptará medidas compensatorias si no se llega a un acuerdo con Estados Unidos en una guerra arancelaria con la que Trump ha puesto el comercio global patas arriba.

-Redacción-