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El número de personas que se someten a la intervención de aumento de pecho llegó a las 57.000 en un año. Como expone la SECPRE, la Sociedad Española de Cirugía Estética en España en su estudio “La realidad de la Cirugía Estética en España 2022”, el aumento mamario se coloca como la operación estética más demandada en nuestro país.

Según los datos, el 80% de las mujeres no se sienten satisfechas con su pecho. Las soluciones por las que algunas optan para sentirse más cómodas son, utilizar más o menos relleno en el sujetador, o los llamados push-up. Pero, sin embargo, las mujeres que sí quieren un aumento en sus pechos de forma permanente optan por la cirugía, que constituye una opción más permanente. El 67% de las intervenciones nunca se llega a dar, porque estas mujeres rechazan la cirugía por las complicaciones que conlleva. Una gran parte de ellas se echan para atrás por el dolor que produce el corte de tejidos mamarios, el miedo a la anestesia y las cicatrices que deja. Otro sector se ve afectado también por el factor psicológico. Aún hoy sigue habiendo un largo postoperatorio tras la operación, lo que requiere varias semanas de baja laboral y recuperación, sumado a la comunicación con su entorno.