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María Alonso fue miembro de la Resistencia, llegó a Auschwitz en enero del 43. Murió al mes siguiente. Al menos 33 españoles de nacimiento ocuparon esos barracones. 16 asesinados, como Joaquín Corteillo, en 1942; 17 salieron vivos de allí. Feliciana Pintos fue una de ellos, de los 9000 deportados no a centros de prisioneros de guerra, sino a los campos de concentración y exterminio por un acuerdo. "Hitler le hizo el trabajo sucio a Franco de eliminar a todos esos españoles que se encontraban prisioneros en manos de los nazis". "Eso no se puede olvidar", recordaba en una entrevista grabada en 2015 a Juan Aznar, superviviente ya fallecido. "Teníamos la esperanza de que los alemanes podían perder", decía José Marfil en 2014, superviviente que también ya está muerto. De los otros 6000 judíos europeos con pasaporte español, los poquísimos que sobrevivieron nunca contactaron con la dictadura de un Franco, que también contaba, sí, con sus propios campos de concentración. "Es verdad que no hubo un exterminio masivo, no había cámara de gas en los campos franquistas, pero sí un exterminio selectivo". La dictadura acabó tapando este episodio. "Porque ellos eran los responsables, el criminal intenta borrar sus huellas. Lo que no es lógico es que la democracia no volviera a poner la Historia en su justo punto". Una deuda pendiente sobre todo con nuestra propia memoria.

-Redacción-