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En Valencia una mujer pasa 408 días en la cárcel por un delito que no cometió y ahora recibe de indemnización 24 euros al día por los daños morales. Ni siquiera le han compensado el tiempo no trabajado, porque la administración considera que estaba en paro antes de ser encarcelada erróneamente.
La mujer tenía hijos pero mayores y autónomos, no cuentan, y no tenía trabajo, no cuenta...
400 días sufridos... 10.000 euros. La cuantía se estipula con brocha gorda.
Al expresidente del Barcelona, Sandro Rosell, le compensaron los daños económicos. Dos años, 18.000 euros frente a los 29 millones que pidió.
Son miserias y estos han cobrado, antes de 2019 que intervino el Tribunal constitucional era casi imposible. Se exigía sentencia firme y Dolores Vázquez no la tenía cuando repitieron juicio a Toni King por en el caso Wanninkhof. Pidió 4 millones por 500 días y no se lo dieron.
Ha mejorado pero sigue siendo simbólico, e incomparable con las indemnizaciones millonarias de otros países.
En el fondo la administración no tiene intención de regularlo, para ahorrar y subyace que aunque absueltos por diversos motivos los consideran inocentes de segunda, despreciando que la cárcel destroza vidas.