Atlas agencia

Cuatro días después del paso de la DANA, la situación en muchas localidades afectadas sigue siendo crítica. En varios municipios, los vecinos luchan por recuperar la normalidad en medio de la desesperación. Sin agua potable, sin conexión a internet y con las bombas de agua inoperativas, los habitantes intentan despejar las calles y socorrer a sus comunidades, pero la magnitud de la catástrofe supera sus posibilidades. La ayuda necesaria, especialmente la militar, no ha llegado en la medida esperada, y las viviendas continúan derrumbándose sin que las autoridades respondan de forma efectiva. En localidades como Alfafar, la falta de suministros básicos, como agua, comida y medicamentos, persiste, agravando la situación de las personas más vulnerables. La escasez de medicinas ha puesto en peligro a quienes dependen de tratamientos regulares, y muchos se han visto obligados a realizar esfuerzos extraordinarios para encontrar los recursos que necesitan. Esta carencia ha dejado a los residentes con un sentimiento de abandono, a la espera de una intervención que no llega. La necesidad de limpiar las casas y los locales comerciales es urgente, pero los esfuerzos comunitarios no son suficientes sin apoyo externo. En las áreas alrededor de la capital, donde se estima que alrededor de 100.000 personas siguen sin recibir ayuda adecuada, la frustración se transforma en indignación. El presidente Pedro Sánchez ha reconocido las deficiencias en la respuesta a la emergencia, admitiendo la existencia de problemas y carencias severas. 

-Redacción-