Atlas agencia

Encontrar su coche en una montaña de chatarra parece imposible para Olexander a quien encontramos recorriendo el vertedero de vehículos que se levanta en Catarroja. Ahí también está María, que ni siquiera sabe en cuál de estas sesenta campas buscar: "No aparece ni por matrícula, ni por número de bastidor ni nada".  Y, en ambos casos, sin prueba que acredite el destrozo, se complica el trámite de la indemnización "porque el Consorcio me pide fotografías y no tengo fotografías de mi coche en esas condiciones", se queja María. Olexander ni siquiera sabe si va a poder recibir el dinero de la compensación. Hasta el momento se han destinado casi 400 millones de euros para cubrir el pago de 44.000 vehículos. Un tercio de los afectados. Manuel todavía está esperando el peritaje y "hasta que no lo valoren y lo den de baja yo no puedo invertir en otro coche". El número de peritos en la zona se ha multiplicado por cinco. Han pasado de 400 a 2.000 y, aun así, no dan abasto. También va lento el desmantelamiento de las campas: "El Gobierno decide, irresponsablemente, que es competencia de los ayuntamientos", critica el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón. Pero la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé, le recuerda de quién es esa obligación: "Quien tiene la competencia en la emergencia es la Generalitat valenciana". Solo 30.000 coches han sido llevados al desguace.

-Redacción-