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Fue el mayor alijo de cocaína de España, 13 toneladas escondidas en cajas de fruta. Los agentes encontraron la droga en un contenedor en Algeciras, pero los destinatarios se escaparon antes de ser detenidos. Los narcos fueron alertados por un mando policial, que facilitó su fuga de espaldas a sus compañeros. El agente corrupto fue Óscar Gil, mando de la UDEF en Madrid y al que los agentes encontraron en noviembre 20 millones de euros entre las paredes de su casa. Había tanto dinero que la Policía tuvo que vigilar la casa tras su detención para evitar que nadie entrase a buscar más billetes. Además, los investigadores sospechan que el exjefe de la UDEF, en prisión preventiva desde noviembre, tenía una segunda vivienda también con dinero escondido. Un piso seguro que aparece en las escuchas pero que todavía no ha sido localizado. Antes del alijo de 13 toneladas, el mando corrupto ingresó los nombres de sus colaboradores en las bases de datos policiales, las mismas que le avisaban con una alerta si cualquier otro equipo de la policía les investigaba. Así detectó la operación del mayor alijo de España y pudo dar el aviso. ¿Y por qué no se fugó él? Para los investigadores solo hay una respuesta: el narco-policía se sentía seguro. Nunca pensó que sus compañeros le vincularían con los chivatazos y los sobornos millonarios, pero se equivocaba y acabó en prisión.

-Redacción-