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A varios metros de la antigua escuela Massana, los antidisturbios fijaban esta mañana la línea policial y hacían retroceder a los manifestantes que se agolpaban en esta zona del Raval. La protesta intentaba ganar terreno. Dos jóvenes trepaban por uno de los furgones policiales e, incluso, saltaban sobre los agentes que, en ese momento, ya cargaban contra quienes se oponían al desalojo de este edificio. Es un inmueble, propiedad del Ayuntamiento, que en 2020, con el visto bueno del gobierno de Ada Colau, fue ocupado por varios colectivos para crear un espacio comunitario. El pasado mes de octubre el nuevo consistorio del PSC ya quiso expulsar a sus ocupantes pero la resistencia paralizó el intento. Hoy, con una orden judicial, nada ha detenido el objetivo aunque haya terminado con cinco detenidos y diecinueve agentes heridos leves. El Ayuntamiento quiere incluir este edificio en un proyecto de transformación de la zona. Los grupos sociales que lo utilizaban volverán a protestar para recuperarlo.

-Redacción-