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Su hija se iba a someter a una operación rutinaria, pero Carla López quería estar con ella hasta el momento de la sedación; no dejarla sola, pero se encontró con un "no". Decían que era el protocolo del hospital y que no estaba preparado. Después de mucho luchar, por fin, alguien empatizó con ellos y les dejó estar con Emma hasta que se durmió. Esto que parece tan lógico, no se hace en todos los hospitales. Por eso, Carla ha iniciado una campaña en Change.org para conseguir un protocolo único. En dos meses ha conseguido más de 50.000 firmas. El Hospital Gregorio Marañón de Madrid lo hace desde hace más de un año y se nota. “Los niños piensan que si están con sus padres nada malo puede pasar”, asegura Laura Álvarez, anestesista infantil del Hospital Gregorio Marañón. “Es muy duro ver cómo se aleja la camilla y se alejan sus padres, para un niño es desgarrador”, asegura. Porque, que el niño este acompañado es bueno para todos. Para el niño porque reduce la ansiedad y para los padres que están más tranquilos. Aunque Carla ya pasó por esto, sigue luchando para que antes de una operación ningún pequeño más se duerma y se despierte sin sus padres al lado.

-Redacción-