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Guardias civiles, policías, bomberos, militares y miles de voluntarios trabajan en los municipios afectados por la DANA. Buscan a los desaparecidos entre chatarra y escombros, inspeccionan toneladas de barro, achican agua contaminada de los garajes y toda una serie de maniobras en las que se arriesgan a sufrir alguna infección, a través de la piel o por vía respiratoria. Julio Ruiz Palomino es médico de emergencias del 112. Pertenece al ERICAM, el grupo de rescate de la Comunidad de Madrid. Prestan apoyo sanitario a estos efectivos. "El contacto con contaminaciones y aguas en mal estado. Estas aguas están contaminadas", explica. Estos días se dedican a proteger a los bomberos que "se meten hasta el cuello en el agua que está mezclada con hidrocarburos, aguas fecales, basuras, animales muertos y podredumbre". Y da unos consejos de autoprotección. Lo primero es la higiene de manos. Les lavan con soluciones hidroalcohólicas y lejía, una solución diluida para evitar contaminantes. "Vigilamos que en los ojos no les haya caído barro. Les lavamos con suero fisiológico. En la cara llevan mascarillas y vigilamos zonas en las que hayan podido tocarse". "Usar guantes, lavarse muy bien las manos. Ojo con verduras y frutas frescas. Lavarlas con agua mineral y asegurarse de que no se haya roto la cadena de frío alimentaria. Llevar mascarillas para evitar el contacto con las mucosas y a ser posible utilizar gafas". Si sufren vómitos o diarreas, relacionadas con enfermedades gastrointestinales o tienen alguna herida que pueda haberse infectado, contactar con un servicio de salud o acudir al centro médico más cercano. 

-Redacción-