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Con una corbata con dibujos de la balanza de Justicia, Álvaro García Ortiz ha llegado al Supremo para declarar como imputado por presunta revelación de secretos. Allí le esperaba el juez Hurtado, aunque García Ortiz se ha negado a responder a sus preguntas al considerar que está predeterminado, lo que le impide, dice, conocer la verdad. Tampoco ha respondido al resto de las partes hasta que se resuelva su recurso de nulidad del registro de su despacho. Sí ha respondido a su defensa, la Abogacía del Estado. El fiscal general ha respondido con un "rotundamente no" a las preguntas sobre si filtró los correos entre la Fiscalía y el novio de Isabel Díaz Ayuso. Y la misma respuesta, "rotundamente no", a si se los facilitó a alguna persona de la Fiscalía o de fuera de ella o si dio instrucciones a otras personas para hacerlo. Su abogado también le ha preguntado por la declaración de la fiscal superior de Madrid, Almudena Lastra. El 16 de enero pasado Lastra declaró ante el juez que García Ortiz le respondió con un "eso ahora no importa" cuando ella le reprochó con un "lo has filtrado tu" cuando salieron a la luz los mails entre la Fiscalía y González Amador. García Ortiz ha acusado a Lastra de mentir por su mala relación con la actual cúpula fiscal y porque nadie habla así al fiscal general, y ha deslizado que Lastra conoció los correos filtrados al mismo tiempo que él. Sobre el borrado de sus mensajes del teléfono, García Ortiz ha argumentado que ha cambiado seis veces de móvil en los últimos cuatro años y que lo hace como medida de seguridad. Y una cosa más, García Ortiz ha reprochado que el novio de Díaz Ayuso no desmintiera "las falsedades que se estaban difundiendo en su nombre", ha dicho literalmente. "La mentira nunca puede ser un secreto", ha defendido muy contundente.

-Redacción-