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Continúa la reestructuración territorial del PSOE, agenda apretadísima la de su secretario general. Primero en Cantabria. "Disculpad la hora, pero en fin", decía Pedro Sánchez, donde ha perdido su favorito. "Gracias, Pablo". Aunque ha ganado, "Y enhorabuena Pedro", otro también afín. "Siempre he agradecido a ti y a muchos militantes del Partido Socialista que creyérais en mí". La división interna, eso sí, se ha dirimido por casi un 60-40. "Ahora toca unidad. Contra viento y marea". Menos incertidumbre, retirada la alternativa, en Aragón. "Hoy es un día de absoluta alegría", decía la ministra y secretaria general del PSOE allí, Pilar Alegría. "Un abrazo a Javier Lambán", añadía Sánchez, que controla ya una de sus federaciones críticas. Allí ha vuelto a defender que "es Europa quien tiene que proteger a Europa". Y el aumento de inversión en Defensa: "Elevando la capacidad de disuasión para que otros no nos ataquen". Imagen de fortaleza, para "llevar a España a puerto seguro". Pura debilidad para la oposición, que sigue, el PP, exigiendo que lo plantee en el Congreso. "Pedro Sánchez no puede actuar como si España fuera una autocracia, por muy autoritario que él sea", ha explicado la secretaria general de los populares, Cuca Gamarra. Vox, nada confía. "El Partido Popular y el Partido Socialista, en estos momentos, son el mismo perro con diferente collar". Y más defensa sí, explicaba Santiago Abascal, pero no para un ejército europeo federal.