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El día, frío y lluvioso, en Madrid no presagiaba nada bueno para el Gobierno. Llevaban a votación en el Congreso tres decretos, entre ellos el llamado ómnibus, 80 medidas de todo tipo, muchas sin ninguna relación entre sí, y que una vez más el Ejecutivo mezcla en un mismo decreto para tratar de sacar todas adelante. Pero esta vez se ha encontrado con un no que ha tratado de evitar hasta el último minuto, el de Junts. Puigdemont lo advirtió el viernes y ha cumplido su amenaza. Al Gobierno le quedaba la esperanza de que el PP diera su brazo a torcer pero Feijóo ya lo advirtió también al inicio de la legislatura, que no les buscaran cuando le fallara Junts. El PP dice que el decreto incluía chantajes y recortes y como alternativa ha presentado proposiciones de ley para subir las pensiones y mantener la ayuda para el transporte público. El Ejecutivo no quiere romper los puentes con los de Puigdemont, así que carga la culpa sobre el PP y de refilón en Junts.El primer pleno del año ha dejado en evidencia las cada vez más dificultades del Gobierno para sacar adelante sus iniciativas en el Congreso. Dos nuevas derrotas que se suman a las 75 votaciones perdió el año pasado.

-Redacción-