Atlas agencia

En los despachos se habla de paz, pero sobre el terreno sigue la guerra. Rusia prosigue su avance en Kursk. Ha logrado recuperar cuatro localidades tras expulsar a las tropas ucranianas. Las fuerzas de Kiev se repliegan. Apenas controlan ya unos kilómetros de la zona rusa conquistada en verano.
Moscú advierte: el ultimatum se acaba. Los soldados de Zelensky deben rendirse si no quieren morir. Pero el presidente ucraniano lo desmiente. Asegura que sus tropas  no están cercadas.
En el  este de  ucrania la población civil está bajo el fuego. Varias localidades como Jersón  han sido alcanzadas por drones rusos.
Putin no cede y de momento no responde a la propuesta de alto el fuego presentada por parte de Estados Unidos, pero Donald Trump se muestra optimista: "Creo que Putin  va a llegar a un acuerdo con nosotros. Eso espero".
Y forzar a Putin a sentarse a la mesa es lo que quiere europa, bajo la batuta de reino Unido. "Hemos acordado redoblar la presión sobre Rusia. Seguir enviando ayuda militar a Ucrania y reforzar las  sanciones para debilitar la economía ruusa y la maquinaria de guerra de Putin para llevarle a la mesa",  ha dicho el Primer ministro británico, Keir Starmer, tras reunirse con 26 líderes aliados de Kiev por videoconferencia. Pedro Sánchez ha participado en la reunión. "Seguimos trabajando para alcanzar una paz justa y duradera en Ucrania", ha publicado en la red social X.