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Putin se acomoda en su silla poco antes de aprobar la nueva doctrina que lo cambia todo. La que va a permitir a Rusia responder con armas nucleares si uno de estos misiles de fabricación estadounidense impacta en su territorio. El presidente ucraniano ha conseguido mantener desde el principio el apoyo de Estados Unidos y también el de la Eurocámara. Aunque todo puede cambiar con la llegada de Trump, quien ha prometido que en 24 horas pondrá fin a esta guerra a las puertas de Europa que hoy cumple mil días y que se ha demostrado tan decisiva como imprevisible. Fue Putin quien ordenó la invasión de Ucrania el 24 de febrero de 2022 con la intención de derrocar el Gobierno de Zelenski en poco más de 48 horas y evitar así que Ucrania siguiera aproximándose a Europa y a la OTAN. Pero el presidente ucraniano resistió el envite con la ayuda de sus aliados y la supuesta guerra relámpago se convirtió en una guerra de posiciones con errores y aciertos. Avances y retrocesos en un frente plagado de drones baratos, efectivos y omnipresentes. Ahora con Biden de salida y Trump a las puertas de su segundo mandato, Rusia aprieta el acelerador de cara a futuras negociaciones. Avanza hacia el sur y defiende su territorio en Kursk con apoyo de soldados norcoreanos. Ello llevó a Biden a autorizar el uso de misiles estadounidenses en suelo ruso. Lo que, a su vez, ha empujado a Putin a poner sobre la mesa la amenaza nuclear.