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Desde su lujosa mansión en Mar-a-Lago, Donald Trump diseña el equipo para su próximo mandato, apostando por personas de línea dura que le han demostrado su lealtad.Para la secretaría de Estado, según medios estadounidenses, Marco Rubio, senador por Florida, hijo de inmigrantes cubanos, sería el primer hispano al frente de la diplomacia estadounidense. Aunque compitieron en las primarias de 2016, fue acercándose a Trump en los últimos tiempos.Como asesor de seguridad, otro republicano de Florida, Michael Waltz, veterano de la guerra de Afganistán y habitual de las tertulias de Fox News.Como zar de la frontera, para supervisar la política migratoria, Tom Homan, ya ha dicho que priorizará la deportación de migrantes en situación ilegal. Subdirector de política de la Casa Blanca: otro nombre de línea dura, Stephen Miller, el ideólogo de su estrategia migratoria.Y como secretaria de seguridad nacional, la gobernadora de Dakota del sur, Kristin Noem, que causó controversia por unas memorias en las que contaba cómo había matado a un perro.Embajadora ante la ONU, será la congresista Elise Stefanik, que ha calificado de institución antisemita al organismo.Al frente de la agencia medioambiental, otro de los leales, el ex congresista republicano Lee Zeldin cuyo objetivo será eliminar las regulaciones medioambientales en la nueva era Trump.

-Redacción-