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Si internet fuera un país sería el mayor del mundo con cinco mil trescientos millones de habitantes cuatro veces más que China. Y está gobernado por siete oligarcas tecnológicos, cinco americanos: Google, Meta, Amazon, Microsoft y Apple; y dos chinos Tencent y Alibaba. Empresas autoritarias, antisistema, hipermasculinas y ahora en la órbita trumpista, al menos las estadounidenses. Ahora ese poder en la sombra emerge con un Zuckerberg que ha pasado del atribulado CEO que pedía perdón a líder agresivo y desafiante. El objetivo del poder digital es Europa y las restricciones que las autoridades comunitarias intentan imponer a las grandes tecnológicas. La aparente neutralidad de estas empresas ha saltado por los aires con sus caras entrando en política. Elon Musk, el primero, usando su maquinaria para promocionar a la ultraderechista líder de Alternativa por Alemania. El todo vale parece imponerse ahora para ellas. Lo digital supone el 23% de la economía mundial, a cambio de ello los amos de internet han espiado a sus usuarios, afectado a la salud mental de menores, generado opinión pública interesada, influido en elecciones y hasta han alcanzado el ámbito militar con la privatizacion del espacio. Ya tenían al mercado de su lado, empiezan a tener a las urnas y también a las instituciones.

-Redacción-