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Velas y flores se acumulan en Orebro, en Suecia, para homenajear a las víctimas del peor tiroteo masivo ocurrido en el país, mientras la policía trabajaba para descubrir el motivo detrás del ataque.
Al menos 11 personas murieron y varias más resultaron heridas en el ataque ocurrido el martes en el centro de educación de adultos Risbergska en Orebro, una ciudad de más de 100.000 habitantes a unos 200 kilómetros al oeste de Estocolmo.
El sospechoso, a quien los medios suecos identificaron como Rickard Andersson, murió en el lugar y nunca había sido condenado por ningún delito. También dijeron que no tenía conexión con pandillas y se creía que había actuado solo.
La policía ha señalado que, hasta el momento, nada apunta a un motivo ideológico detrás del ataque, en el que el sospechoso disparó contra la policía cuando llegaron a la escuela.
Suecia tiene un alto nivel de posesión de armas según los estándares europeos, principalmente relacionado con la caza, aunque es mucho menor que en Estados Unidos. Una ola de crímenes de pandillas ha puesto de relieve la alta incidencia de armas ilegales en Suecia.