Internacional25·09·2024 | 15:09

Los estragos en Europa de la tormenta Boris no se habrían dado si no existiera el calentamiento global

Los científicos constatan que será cada vez más normal


  • Agencia Atlas-Reuters
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Las imágenes, todavía en verano, y en pleno corazón de Europa de inundaciones no son normales. Lo que ocurrió entre el 12 y el 15 de septiembre en Austria, Chequia, Hungría, Polonia, Rumania, Alemania y Eslovaquia fue un episodio histórico: no hay registros de lluvias tan intensas en esa región. Fueron sólo 4 días, pero la borrasca Boris dejó 24 muertos y dos millones de afectados. En el punto de mira el calentamiento del planeta. Un estudio publicado hoy constata que el aumento de las temperaturas duplicó la probabilidad de que ocurriera algo así y aumentó también la intensidad de las lluvias, dicen: un 7% más fuertes. Lluvias extremas como consecuencia de que el aire cálido y húmedo del Mediterráneo y el Mar Negro, demasiado cálido y húmedo, se encontrasen con el aire frío que bajaba del Ártico: ello generó "una tormenta perfecta”. Los científicos recuerdan que a más calor y más humedad, más probabilidad de fenómenos extremos que se disparan si llega, por ejemplo, una borrasca. Boris llegó y se quedó estancada sobre Centroeuropa cuatro días, confirmando lo que los climatólogos llevan años advirtiendo: que imágenes como esta no son normales, pero ya comienzan a serlo.

-Redacción-


Miércoles, 25 de Septiembre

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