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En cuanto pisa la Cámara aparece el primer cartel a su paso que le arrancan de las manos. “Esto no es normal”, cuatro palabras para definir la perplejidad de los demócratas con los primeros hechos y palabras de la Administración Trump. Y bastan tres palabras, “America is back”, para evidenciar la división. Republicanos en pie aplauden, mientras que los demócratas, sentados, rompen el silencio con palabras escritas sobre el color rosa de su ropa en defensa de los derechos de las mujeres, de los veteranos y de la sanidad. Un congresista en pie, bastón en mano, protesta en defensa de la ayuda médica para los más pobres, hasta que es expulsado y abucheado por la bancada republicana. Casi cada palabra de Trump es contestada; cada falsedad subrayada; cada alabanza a los suyos tiene su réplica escrita. Denuncian el caos de Musk con su recorte de funcionarios, el terror en los inmigrantes y la subida de los precios en el supermercado cuando Trump prometió reducir la inflación. A golpe de aranceles, advierten los demócratas que Trump llevará a Estados Unidos a la recesión.

-Redacción-