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A sus 90 años, Paquita nunca pensó verse en la calle, desahuciada. Vivía desde hace 35 años en un piso de renta antigua con su hija, su yerno y su nieto. El retraso de unos días en el pago del alquiler en mayo del año pasado, fue aprovechada por el propietario de la vivienda para para activar el procedimiento judicial. La carta con la notificación el cartero no la consiguió entregar porque Paquita no abría la puerta al encontrarse sola en ese momento. Siguieron pagando el alquiler hasta septiembre, cuando se enteraron que iban a ser desahuciadas. Y en una carta que recibieron por parte del propietario de la finca especificaba que aunque siguieran pagando el alquiler, ese dinero iba a ir destinado a cubrir los gastos del proceso. María, la hija de Paquita, decidió dejar de pagar. A la tercera los han echado en principio cumpliendo con la ley porque, según los expertos, por un impago de alquiler en una renta antigua, el dueño puede iniciar el procedimiento de desahucio. En ese edificio de renta antigua también han intentado echar a esta otra inquilina, de momento sin éxito.

-Redacción-